PROTOCOLO DE ANIQUILACIÓN DE LOS SIETE MECANISMOS DE LA MAGIA RITUAL
El Protocolo de Aniquilación de los Siete Mecanismos de la Magia Ritual es un sistema de intervención energética de alto nivel, desarrollado para desmantelar la arquitectura completa de cualquier operación ritual dirigida contra una persona. A diferencia de los procedimientos convencionales de limpieza, este protocolo no actúa únicamente sobre los síntomas o sobre la energía superficial; trabaja sobre la estructura interna que sostiene la magia, desarticulándola desde sus bases cabalísticas, astrales y psico energéticas.
Toda magia ritual posee una ingeniería precisa, compuesta por una serie de mecanismos que permiten que el daño se sostenga en el tiempo. Estos mecanismos incluyen la orden emitida por el operador, la intención que da forma al ritual, la apertura de un portal energético, la carga vibratoria depositada en un objeto, la entidad asignada para ejecutar el daño, el cordón que mantiene la conexión con la víctima y el sello de permanencia que fija el trabajo en el cuerpo energético. Si uno solo de estos mecanismos permanece activo, el ritual puede reconstruirse, reactivarse o seguir afectando a la persona. Por ello, la intervención debe ser total, profunda y quirúrgica.
Este protocolo ha sido diseñado bajo principios de Radiestesia Cabalística, integrando nombres divinos en hebreo, combinaciones YIJUDIM, geometría sagrada y movimientos específicos del péndulo para actuar de manera exacta sobre cada capa. Cada fase del protocolo está compuesta por una tarjeta energética codificada con un Nombre Divino que interviene sobre un aspecto concreto del ritual. Estas tarjetas funcionan como frecuencias de desactivación, reordenando la estructura energética y anulando las dinámicas que permiten que la magia se sostenga.
El proceso comienza con la aniquilación de la orden del emisor, que neutraliza la autoridad energética de la persona que originó el ritual. Cuando la orden se disuelve, la estructura pierde su punto de anclaje primario. Seguidamente se actúa sobre la intención ritual, desprogramándola hasta deshacer los patrones psíquicos y emocionales que dieron forma al trabajo de brujería. Una vez debilitado el núcleo del ritual, se procede al cierre del portal energético que se abrió durante la ejecución del trabajo, impidiendo que continúe el flujo de energía negativa y que entidades inferiores mantengan acceso al campo de la víctima
A continuación se realiza la desprogramación del objeto cargado, anulando toda vibración que haya sido depositada en fotografías, prendas personales, fluidos, velas, muñecos, entierros u otros soportes físicos. Cuando el objeto queda neutralizado, se procede a la expulsión de la entidad asignada, removiendo presencias astrales, larvas, egregores, parasitaciones o inteligencias no físicas que actuaban como ejecutores del ritual. Una vez liberado el campo, se realiza el corte definitivo del cordón energético, eliminando cualquier conexión residual que permita que el ritual continúe drenando, perturbando o atacando.
Finalmente se aborda el sello de permanencia, que es la inscripción vibratoria que fija la magia dentro del campo energético. La ruptura de este sello garantiza que ninguna parte de la operación ritual pueda reactivarse, reconstruirse ni volver a tomar efecto en el futuro. Cuando los siete mecanismos son anulados, la magia colapsa completamente y el campo energético recupera su estructura esencial.
Este protocolo es considerado una herramienta avanzada de intervención esotérica, especialmente indicada para casos en los que la persona ha sido sometida a trabajos de alta densidad tales como entierros, amarres, rituales sexuales, pactos psíquicos, trabajos de ruina, ataques emocionales o interferencias astrales complejas. La precisión cabalística del método permite actuar en planos donde las limpiezas tradicionales no tienen alcance, garantizando una desactivación profunda y definitiva.
El Protocolo de Aniquilación de los Siete Mecanismos de la Magia Ritual no solo elimina la magia desmantela la ingeniería que la sostiene, restablece el orden energético natural y sella el sistema para impedir cualquier intento de reconexión. Es un proceso técnico, profesional y espiritualmente contundente, destinado a terapeutas y operadores energéticos que trabajan en niveles elevados de radiestesia y desprogramación multidimensional.
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