Explicación espiritual y cabalística

Los implantes energéticos son estructuras sutiles, no físicas, que se insertan en el sistema energético de una persona con el propósito de bloquear, controlar, manipular o drenar su energía vital y espiritual. Estas estructuras no se ven con los ojos, pero sí pueden percibirse por medio de herramientas como el péndulo hebreo, la radiestesia, la clarividencia o a través de síntomas en el cuerpo, emociones o pensamientos.

Desde la Cábala, todo ser humano está compuesto por una serie de cuerpos interconectados: cuerpo físico, cuerpo emocional (נפש nefesh), cuerpo mental, y cuerpo espiritual (נשמה neshamá). A través de estos niveles circula la Luz del Creador (אור אין סוף Or Ein Sof), que alimenta nuestras sefirot interiores: Kéter, Jojmá, Biná, Guevurá, Jesed, etc. Cuando esa luz fluye libremente, vivimos en armonía, sanación y conexión divina.

Sin embargo, a lo largo del tiempo, el alma puede estar expuesta a energías oscuras, pactos erróneos, traumas o incluso manipulaciones directas por parte de entidades, razas no humanas, tecnología astral o brujería, que logran introducir códigos, dispositivos o sellos espirituales en nuestros cuerpos sutiles. A estas estructuras se les llama implantes energéticos.

Cómo funcionan los implantes?

Un implante energético actúa como un bloqueo o distorsión vibratoria. Es como un “programa externo” que interfiere la voluntad natural del alma. Puede alterar emociones, generar pensamientos repetitivos, producir síntomas físicos, o impedir avances espirituales.

En algunos casos son dispositivos etéricos colocados por entidades oscuras (astrales o extradimensionales). En otros casos, son sellos energéticos impuestos por magia negra, pactos o juramentos realizados en otras vidas. También puede haber implantes generados por traumas fuertes que dejan una estructura incrustada en el sistema energético.

Tipos comunes de implantes

¿QUÉ SON LOS IMPLANTES ENERGÉTICOS?