¿Qué son los cordones energéticos?

Los cordones energéticos son vínculos invisibles de energía que se forman entre dos personas, entre una persona y un objeto, un lugar, un ser espiritual, o incluso una situación.

Son hilos sutiles (a veces llamados lazos, filamentos o tubos) que conectan el campo energético de una persona con otra fuente, transmitiendo energía, emociones, pensamientos y vibraciones.

Importante:

No todos los cordones energéticos son negativos. Algunos son positivos, como los que se forman entre una madre y su hijo o entre personas que se aman de forma sana.

Sin embargo, cuando son tóxicos, dependientes, manipulativos, de sufrimiento, de control, de dolor, o de karma no resuelto, se convierten en cordones energéticos negativos, que afectan nuestra energía vital.

¿Cómo afectan los cordones energéticos negativos?

Robo de energía (sensación de cansancio, fatiga inexplicable).

Confusión mental o emocional (sentir pensamientos o emociones que no son tuyas).

Bloqueo de evolución espiritual (estancamiento en patrones repetitivos).

Dependencia emocional o física hacia personas, situaciones o entidades.

Problemas físicos (dolores, enfermedades, somatizaciones).

Atraer ataques psíquicos o entidades a través de la conexión debilitada.

¿Dónde se anclan normalmente?

En los chakras (especialmente Plexo Solar, Corazón, Raíz y Tercer Ojo).

En el aura o campos energéticos sutiles.

A veces, en órganos o partes específicas del cuerpo.

¿Por qué es importante romperlos?

Romper los cordones negativos libera tu energía original, te devuelve tu soberanía espiritual, y permite cerrar ciclos kármicos, limpiar patrones de dependencia y recobrar la fuerza personal.

También es una forma de protegerte frente a energías o manipulaciones invisibles.