La magia roja es una de las formas más peligrosas de manipulación energética, ya que afecta directamente la voluntad, el deseo y las emociones de una persona. A diferencia de otras prácticas energéticas, no solo busca influir en el pensamiento y la atracción, sino que impone lazos artificiales que pueden perdurar en el tiempo, generando ataduras kármicas difíciles de romper. Esta interferencia provoca un desgaste en el campo áurico, bloqueos en los chakras, especialmente en el sacro y el corazón, y puede dar lugar a relaciones desequilibradas, obsesivas o tóxicas.

Además, la magia roja suele abrir portales a energías de baja vibración, dejando a la persona expuesta a influencias espirituales negativas. Estos portales pueden atraer entidades parasitarias, drenar la vitalidad y generar patrones de pensamientos negativos, ansiedad, obsesión o incluso enfermedades físicas sin causa aparente. También puede afectar la sexualidad, llevándola a extremos de inhibición o descontrol, y distorsionando la conexión con la luz divina, lo que impide experimentar la plenitud en el amor y la intimidad.

Por estas razones, eliminar la magia roja es un paso fundamental para recuperar la autonomía energética, restaurar la paz interior y volver a vivir desde el amor y el libre albedrío. A través del péndulo hebreo y la radiestesia cabalística, es posible identificar y deshacer estos lazos, cerrar los portales abiertos por rituales de magia roja, anular pactos y hechizos, y purificar cualquier rastro de energía residual que haya quedado en el aura o en los chakras.

Este proceso de limpieza energética no solo corta las influencias de la magia roja, sino que también permite una restauración profunda del ser, devolviendo la estabilidad emocional, sanando heridas energéticas y permitiendo que la verdadera energía del amor fluya libremente. A través de la invocación de los nombres divinos, se establece una protección espiritual firme, asegurando que la persona quede completamente libre de toda interferencia y pueda avanzar en su camino con claridad, plenitud y en alineación con la voluntad divina.

La magia roja